PODCAST #637: LA CASA DE LOS QUE TEMEN A JEHOVÁ (4)

El podcast de hoy está basado en el libro de Salmos 128:1-2 (RV-1960): 1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

Escuchemos acerca de las bendiciones para la familia de los cristianos que los que tienen temor de Dios:

INTRODUCCIÓN

La familia representa una de las instituciones más importantes diseñadas por Dios, y en un mundo donde vemos creciente degeneración moral, el llamado para los padres cristianos es claro: criar hijos bajo el temor de Jehová. El Salmo 128 nos revela el camino hacia una familia bendecida.

1. LOS DOS REQUISITOS FUNDAMENTALES PARA LA BENDICIÓN FAMILIAR

Según el Salmo 128:1, hay dos condiciones esenciales para recibir las bendiciones de Dios:

1. Temer a Jehová - Reconocer Su soberanía y vivir en reverencia constante
2. Andar en Sus caminos - Abandonar progresivamente nuestros propios caminos para seguir los de Dios

2. LAS CUATRO BENDICIONES PROMETIDAS

Cuando cumplimos estos requisitos, Dios promete bendecirnos en cuatro áreas específicas:

2.1. Provisión y contentamiento

"Cuando comas del trabajo de tus manos... serás bienaventurado" (Salmo 128:2). Dios proveerá trabajo y nos permitirá disfrutar del fruto de nuestro labor, eliminando gradualmente los conflictos que suelen surgir alrededor de la mesa familiar.

2.2. Prosperidad general

"Dichoso serás, y te irá bien" - Una bendición que trasciende lo material para abarcar el bienestar integral de la familia.

2.3. Matrimonio fructífero

"Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa" - Una metáfora poderosa que describe un matrimonio que crece, se expande y produce fruto espiritual.

2.4. Hijos transformados

"Tus hijos, como plantas de olivo alrededor de tu mesa" - Quizás la bendición más significativa para los padres que anhelan ver a sus hijos caminando con Dios.

3. LA PROMESA PARA LOS HIJOS: PLANTAS DE OLIVO EN LA CASA DE DIOS

El Salmo 52:8 pinta un cuadro hermoso: "Estoy como oliva verde en la casa de Dios". Esta imagen representa:

3.1. Protección divina

Así como Joás fue escondido en la casa de Dios durante seis años mientras Atalía reinaba (2 Crónicas 22:12), Dios protege a nuestros hijos en medio de un mundo hostil. En una era de degeneración moral donde se promueven conductas contrarias a los valores bíblicos, la casa de Dios se convierte en refugio seguro.

3.2. Sujeción a la autoridad

En la casa de Dios "se recibe rey" (2 Crónicas 23:3). Cuando nuestros hijos reciben a Cristo como Rey de sus vidas, aprenden a sujetarse a las autoridades establecidas, incluyendo la autoridad parental.

3.3. Servicio eficaz

1 Crónicas 9:13 habla de hombres "de grande eficacia en la obra del ministerio en la casa de Dios". Nuestros hijos pueden convertirse en instrumentos útiles en las manos de Dios, desarrollando habilidades para servir en áreas como música, tecnología, enseñanza y más.

3.4. Capacidad para escuchar

Eclesiastés 5:1 nos instruye: "Cuando fueres a la casa de Dios... acércate más para oír". Hijos que aprenden a escuchar a Dios se convierten en hijos que escuchan a sus padres y discernen la voz divina en sus vidas, como Samuel que "no dejó caer a tierra ninguna de las palabras de Dios".

3.5. Guía divina para decisiones

Jueces 20:18 muestra a los israelitas yendo "a la casa de Dios" para consultarle antes de tomar decisiones importantes. Nuestros hijos aprenderán a buscar la dirección de Dios en lugar de confiar únicamente en su propio entendimiento.

4. EL PAPEL DE LOS PADRES: ENSEÑAR MISERICORDIA Y RECUPERAR LO PERDIDO

Deuteronomio 24:20 nos enseña a instruir a nuestros hijos en la misericordia hacia los necesitados, prometiéndoles bendición en el día malo. Simultáneamente, como Nehemías 5:11 ilustra, debemos "recuperar las vides y los olivares" - restaurar los valores y principios que el mundo ha intentado arrebatar.

CONCLUSIÓN: UN LLAMADO A LA FIDELIDAD PARENTAL

Dios promete transformar a nuestros hijos rebeldes en "plantas de olivo" fructíferas (Salmo 128:3), pero esta transformación comienza con nosotros como padres. Al convertirnos en hombres y mujeres que verdaderamente temen a Jehová y andan en Sus caminos, desatamos el poder transformador de Dios sobre nuestra descendencia.

En un tiempo donde las leyes y la cultura a menudo se levantan contra la autoridad parental y los valores bíblicos, nuestra mayor esperanza está en cumplir nuestra parte y confiar en que Dios hará la Suya, protegiendo, guiando y usando a nuestros hijos para Su gloria.