TEOLOGÍA LIBERAL

Las raíces de la teología liberal (también llamada modernismo) se pueden rastrear hasta la Alemania del siglo XVIII. Immanuel Kant (1724-1804) se considera usualmente el padre del liberalismo religioso moderno. Kant negaba las pruebas de la existencia de Dios, sostenía que el hombre sólo podía alcanzar a Dios por la razón. Este enfoque fue resultado de la Ilustración, que veía con sospecha la tradición y la autoridad bíblica y aclamaba el mérito de la razón.

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Friedrich Schleiermacher (1768-1834) aportó una nueva característica a la teología; sostuvo que la esencia de la religión consiste en el "sentimiento". Schleiermacher intentó hacer la teología compatible con la mente moderna. Enseñaba que la religión no se puede identificar con credos, sino con expresiones del sentimiento, ya fueran ellas arte, literatura u otras expresiones. Schleiermacher definía la religión como "el sentimiento de absoluta dependencia". Por otro lado, identificó el pecado con la preocupación egoísta por este mundo. Georg Hegel (1770-1831) llevó el pensamiento liberal en otra dirección. Introdujo el concepto de evolución en la historia (y la religión) cuando enseñó que la historia es el encuentro de dos movimientos opuestos (tesis-antítesis), cuyo resultado es la mezcla de las dos (síntesis). Muchos creen que la filosofía hegeliana influenció a Ferdinand C. Baur (1792-1860) y a Julius Wellhausen (1844-1918) en sus estudios críticos de la Biblia. Así nació la alta crítica, para la cual eran cuestionables las perspectivas tradicionales sobre los autores de los libros bíblicos.

Los principios de la teología liberal incluyen los siguientes:

1) El énfasis en la razón y la experiencia humana: las creencias religiosas deben superar la prueba de la razón humana y los hallazgos de la ciencia, y el cristianismo debe adaptarse al mundo moderno.

2) La Biblia no es un libro autoritario e infalible; es un registro de experiencias de otros y tiene un valor ejemplar pero no dogmático.

3) No hay diferencia entre lo natural y lo sobrenatural, entre Dios y la naturaleza, el hombre y los animales.

4) Se resta importancia a Cristo y al hombre, y el resultado lógico de esta perspectiva es el panteísmo.

El liberalismo fue una perspectiva optimista de la vida que perdió influencia después de la Primera Guerra Mundial, y con la llegada de un nuevo enfoque para las creencias religiosas llamado neo-ortodoxia.

Fuente:

COMPENDIO PORTAVOZ DE TEOLOGÍA
https://www.google.com.gt/books/edition/Compendio_Portavoz_de_teolog%C3%ADa/jHcyDwAAQBAJ?gbpv=1