LA GRACIA DE DIOS (1)

16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. 17 Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha.

JUAN 1:16-17 RV-1909

La Biblia deja ver que la gracia es una de las más grandes bendiciones espirituales que Dios le regala a la iglesia, en general, y a sus hijos, en particular; en este último caso El Señor nos da de su gracia en los diferentes tiempos de nuestra existencia, desde la preexistencia (2 Ti. 1:9) hasta el momento en que seremos arrebatados de la tierra (1 P. 1:13).

La gracia de Dios tiene diversas clases y formas (1 P. 4:10), y son para ayudarnos, bendecirnos, perfeccionarnos y que los planes y propósitos perfectos de Dios se cumplan en cada uno de nosotros.

Lamentablemente la gracia de Dios ha sido mal interpretada y hasta pervertida en diferentes tiempos y por diversas perso-nas (Jud. 1:4); precisamente por ello es necesario investigar en la Biblia acerca de lo que sí es la gracia de Dios para tener un mejor entendimien-to y panorama de ella.

En este estudio haremos un acercamiento a algunos de los versos en los que la Biblia explica la gracia de Dios.

La palabra "gracia" se traduce del griego "járis" que aparece 157 veces y significa: Gracia, bondad, misericordia estimación, favor, bendi-ción, regalo, gracias, buena voluntad, bondad amorosa; y se utiliza para indicar: Gracia, bon-dad, misericordia, estimación, favor, expresión de bondad, bendición, regalo, afabilidad, lo que proporciona alegría, placer, deleite, dulzura, lo que es grato, bondad misericordiosa, gracias y gratitud1. En el antiguo testamento la palabra "gracia" se traduce, por ejemplo, de "jên" que aparece 69 veces y significa: Favor, gracia, elegancia y aceptación2.

Los significados del griego "járis" y del hebreo "jên" dan luz acerca de que la gracia también es la dulzura, bondad, misericordia, bondad misericordiosa, favor, bendición, estima-ción y afabilidad de Dios para su iglesia y cada uno de sus hijos.

Asimismo la gracia es la bendición y el poder que Dios nos da para vivir, poder vencer el pecado, morir a nosotros mismos (He. 2:9) y también para que le agrademos (2 Co. 12:9). Veamos algunos versículos que nos hablan de la gracia de Dios:

1. LA GRACIA DEL PADRE, 2 CORINTIOS 6:1

Y ASÍ nosotros, como ayudadores juntamente con él, os exhortamos también á que no recibáis en vano la gracia de Dios, (2 Co. 6:1 RV-1909)

Vemos al principio de diez epístolas que está escrita la bendición para que la gracia y la paz del Padre y del Hijo estén sobre el pueblo de Dios (Ro. 1:7; 1 Co. 1:3; 2 Co. 1:2; Gá. 1:3; Ef. 1:2; Fil. 1:2; Col. 1:2; 1 Ts. 1:1; 2 Ts. 1:2; Flm. 1:3).

Adicionalmente al principio de las cartas a Timoteo, Tito y 2 Juan leemos la bendición para que la gracia, la misericordia y la paz del Padre y del Hijo estén sobre ellos (1 Ti. 1:2; 2 Ti. 1:2; Tit. 1:4; 2 Jn. 1:3); en estas cartas los apóstoles agregaron la bendición de la misericordia del Padre y del Hijo; quizá para poder hacer la obra de Dios y cuidar de la iglesia.

Ahora bien, la Biblia deja ver que el Padre es rey de gracia (He. 4.16) y por eso nos invita a acercarnos a su trono; asimismo El es el Dios de toda gracia (1 P. 5:10).

El Padre en su gran misericordia nos da de su gracia desde antes de los tiempos en la pre-existencia (2 Ti. 1:9); y aún hoy en día nos sigue proveyendo su gracia en su Hijo Jesús (1 Co. 1:4).

Fue por la gracia de Dios que el Señor Jesús padeció la muerte y entregó su vida para salvar a todos los seres humanos (He. 2:9); Por otro lado esto nos deja ver que por medio de la gracia de Dios también podemos morir a nosotros mismos.

En el Nuevo Testamento aparecen varios versos que hablan de la gracia de Dios; y algunos de ellos pueden hablar de la gracia del Padre o del Hijo o del Espíritu Santo porque ellos son Dios; y para este caso los veremos como la gracia del Padre para nuestra vida:

a. Personas que recibieron la gracia de Dios

La gracia del Padre también se manifestó en el Antiguo Testamento, por ello encontramos a personas que hallaron gracia delante de Dios, y por ella lograron realizar las obras que el Señor les encomendó:

i. Noé, Génesis 6:8

ii. Abraham, Génesis 18:3

iii. Moisés, Éxodo 33:12, 17

iv. Gedeón, Jueces 6:17

v. Israel, Jeremías 31:2

vi. María, Lucas 1:30

vii. David, Hechos 7:46

b. La gracia de Dios, Romanos 5:15

Algunos de los muchos propósitos para los que el Señor nos ha dado de su gracia son para llevarnos a su Hijo Jesucristo para salvarnos (Tit. 2:11); y para que nuestra conversación y nuestra conducta sean de acuerdo a ella (2 Co. 1:12).

Veamos algunos versos acerca de lo que debemos hacer o nó debemos hacer en la gracia que Dios nos ha dado:

i. Debemos permanecer siéndole fieles a Dios, Hechos 11:23 RV-1960

ii. Debemos perseverar en la gracia de Dios, Hechos 13:43

iii. Debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, Tito 2:11-12

iv. Debemos vivir sobria, justa y piadosamente, Tito 2:11-12

v. Debemos ser cuidadosos de no recibir la gracia del Señor en vano, 2 Corintios 6:1

vi. No debemos desechar la gracia de Dios, Gálatas 2:21

vii. La gracia de Dios nos permite morir a nosotros mismos, Hebreos 2:9

viii. Debemos permanecer en la gracia de Dios, 1 Pedro 5:12 PSH

c. La abundante gracia, Romanos 5:15, 17

Por medio de la gracia del Hijo abun-dan la gracia y el don del Padre a favor de nosotros para ser perdonados, no morir por el pecado sino ser justificados (Ro. 5:15-17).

d. La superabundante gracia, 2 Corintios 9:14

Después de la abundancia de gracia, Dios nos da superabundantemente de su gracia.

La obediencia a Dios y al evangelio de Cristo y la liberalidad para dar son algunas de las evidencias de que la superabundante gracia de Dios está en la iglesia, como el caso de la iglesia de los Corintios (2 Co. 9:12-14).

Asimismo la iglesia de Macedonia nos permite ver que la gracia de Dios nos per-mite ofrendar con abundantes riquezas de generosidad (2 Co. 8:1).

e. El evangelio de la gracia, Hechos 20:24

Dios nos ha regalado el evangelio de su gracia, por medio del cual nos ha salva-do y en el cual debemos vivir (Hch. 11:23; 13:43) para no someternos a ninguna clase de legalismos (Col. 1:5-6).

f. Por la gracia de Dios soy lo que soy, 1 Corintios 15:10

La gracia de Dios nos permite trabajar para cumplir los propósitos de Dios para nuestra vida, asimismo nos permite alcan-zar estados de bienestar personal y para la iglesia.

El apóstol Pablo reconoce que por la gracia de Dios es quien es; por ejemplo el perito arquitecto de la iglesia; asimismo reconoce que por la gracia de Dios le fue dada, puso el fundamento (1 Co. 3:10).

El verso de 1 Corintios 15:10 deja ver que Dios le da su gracia a los apóstoles y a los demás ministerios para poder edificar a la iglesia.

Veamos algunos versos que muestran el ministerio del apóstol Pablo:

i. Predicador, 1 Timoteo 2:7

ii. Maestro, 1 Timoteo 2:7

iii. Apóstol de los gentiles, 1 Timoteo 2:7; Romanos 11:13

iv. Perito arquitecto de la iglesia, 1 Corintios 3:10

g. Llamados por gracia, Gálatas 1:15

El Señor apartó al apóstol Pablo des-de el vientre de la madre y luego lo llamó por su gracia para la obra del ministerio apostólico (Gá. 1:15-17).

Esto deja ver que Dios aparta a los cinco ministerios y los llama por su gracia para servirle en el ministerio.

h. La gracia apostólica, Romanos 15:15-16

El apóstol Pablo habla acerca de la gracia que Dios le dio para poder realizar su función apostólica; esto deja ver que a los apóstoles también se les ha dado una gracia particular para poder realizar la fun-ción que el Señor les ha encomendado (Ef. 3:1-2, 7; 1 Co. 3:10)

Los versos de Romanos 15:15-16, Efesios 3:1-2 y 7 también nos dan luz acer-ca de que Dios asimismo le da una gracia específica a los demás ministerios para poder realizar las tareas y funciones que les ha delegado.

i. La gracia para hacer la obra de Dios, Hechos 14:26

La gracia de Dios es necesaria para poder realizar la obra de Dios por ejemplo, sin ninguna clase de legalismos.

j. El trono de gracia, Hebreos 4:16

El Padre, como rey de gracia, nos invita a que nos acerquemos a su trono de gracia para que alcancemos misericordia y hallar gracia para que obtengamos el opor-tuno socorro, la ayuda oportuna, el tiempo de necesidad o de aflicción (RV1909, KJV, PSH).

k. La multiforme gracia, 1 Pedro 4:10

La palabra "multiforme" se traduce del griego "poikílos" que, entre otras cosas, significa: Diferentes clases de, de diversos colores, variado1.

Los significados del griego "poikílos" dejan ver que la gracia de Dios tiene diver-sas clases, formas o tipos. Tres ejemplos de ello son la gracia del Padre, la del Hijo y la del Espíritu Santo. Asimismo leemos en el evangelio de Juan que del Señor Jesús tomamos gracia sobre gracia (Jn. 1:16).

l. Las abundantes riquezas de la gracia, Efesios 2:7

El Señor manifestará las abundantes riquezas de su gracia con nosotros, por ejemplo, cuando haya concluido su obra en su iglesia, moremos con Él y estemos sentados con su Hijo Jesucristo en los lugares celestiales (Ef. 2:6-7).

m. Enemigos de la gracia, Judas 1:4

La Biblia deja ver a situaciones, actitudes, potestades o acciones que se oponen o pervierten la gracia de Dios. Algunos de los enemigos de la gracia son:

i. La ley y los legalismos, Gálatas 5:4

ii. La raíz de amargura, Hebreos 12:15

iii. El libertinaje, Judas 1:4

Debemos pedirle al Señor que se apiade de nosotros, creerle y obedecerle para que nos llene de su gracia y que nos ayude para vivir mientras esperamos a que regrese; asimismo debemos esperar la gracia que será derramada cuando el Señor Jesús regrese para llevarnos en el arrebatamiento.