20 Hermanos míos, no sean niños en su forma de pensar, sino sean niños para las cosas malas, pero maduros en su forma de pensar.
1 CORINTIOS 14:20 PESHITA
La Biblia enseña que el cristiano no debe ser niño en su forma de pensar, su enten-dimiento, juicio1 ni en su inteligencia (1 Co. 14:20 PSH, NTPB2, VM3), sino que debe crecer y madurar en su entendimiento, juicio e inteligen-cia porque hay peligros que dañan, destruyen o matan los niños.
El Antiguo y Nuevo testamento muestran una serie de peligros1 que asechan a los niños para destruirlos, esclavizarlos o dañarlos; esos peligros son de tipo espiritual, mental y biológico; asimismo esos peligros persi-guen a los niños espirituales y a los niños bioló-gicos.
En esta serie de estudios abordaremos algunos de los peligros a los que están expues-tos los niños; esos peligros son reales tanto para los niños espirituales como para los niños bioló-gicos; e iniciaremos con el peligro de muerte.
La muerte espiritual o biológica es uno de los peligros más grandes a los que están expuestos los niños espirituales y biológicos; y es una de las metas del plan del enemigo en contra de ellos.
Según el diccionario un "niño" es una persona que está en la niñez2; y la "niñez" es el período de la vida humana, que se extiende des-de el nacimiento a la pubertad3; pero de acuerdo a las Escrituras podemos ampliar la niñez, desde el vientre hasta la pubertad de la persona.
La historia bíblica muestra que los tiempos de liberación, los cambios de eras4 y los tiempos peligrosos se caracterizan porque, entre otros, se levanta una terrible legislación y persecución en contra de los niños para destruirlos o matar-los; por ello vemos que cuando se acercó el tiempo del cumplimiento de la promesa de la liberación de Israel, faraón envió a matar a los niños (Ex. 1:15-18; Hch. 7:17); cuando se cumplió el tiempo de la primera venida del Señor Jesús Herodes ordenó matar a todos los niños meno-res de dos años (Mt. 2:13-16); y ante el inminente el arrebatamiento de la Novia y los eventos que lo anteceden, el gran dragón se pone en frente de la mujer que está encinta para devorar al hijo que dará a luz (Ap. 12:1-3).
Por tal razón vemos que alrededor del mundo se están aprobando y reforzando leyes a favor del asesinato de niños por medio del aborto. Según el sitio de estadísticas mundiales worldometers.info solo durante el año 2022 y al día 14/05/2022 se ha realizado la exagerada cantidad de más de 15.6 millones de abortos en el mundo.
Adicionalmente vemos la fuerza que está tomando en las leyes de los países y en los medios la ideología de género, que está determi-nada a trastornar y destruir el alma, la mente y el cuerpo de los niños para aprovecharse de ellos y/o convertirlos en algo que va en contra de lo que Dios establece en su Palabra y en la naturaleza (Ro. 1:25-27).
En ese sentido la Biblia muestra varios casos de niños que
14 A la mañana, pues, madrugó Abraham, y tomó pan y un odre de agua, y lo dió a Agar, poniéndolo sobre su hombro; dióle también el niño, y la despidió; y ella anduvo vagando en el desierto de Beer-seba. 15 Y acabóse el agua del odre; y ella echó al niño debajo de uno de los arbustos, 16 y fué y sentóse en frente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No vea yo la muerte del niño. Así pues se sentó en frente, y alzó su voz y lloró. (Gn. 21:14-16 VM)
El hecho de que Abraham sacara de la casa a Agar e Ismael lo podemos relacio-nar con la separación o divorcio de los padres; lo que representa un grave peligro para los niños.
La vagancia de alguno de los padres de familia, o incluso de los hijos. Otras versiones nos dan más luz acerca de esta circunstancia.
"y andaba errante1 por el desierto" (RV-1909). Hay peligro si alguno de los padres vive sin tener un buen camino, metas ni buenos objetivos.
"y perdióse en el desierto" (RV-1865). Hay peligro si alguno de los padres, ambos o los hijos pierden el camino, la meta o los objetivos importantes.
Cuando ambos o alguno de los padres de familia deja de congregarse se convierte en un habitante del desierto espi-ritual y pone en riesgo a sus hijos.
La falta de agua fue el punto de quiebre de Agar; pues por ello abandonó a muerte a Ismael. Adicionalmente a la falta de agua literal, también es muy peligrosa la falta del agua de la Palabra de Dios (Ef. 5:26) y del Espíritu Santo (Jn. 7:38).
El hecho de que Agar abandonó a Ismael, deja ver la falta de comunicación en el matrimonio o en los padres con los hijos y viceversa; esa falta de comunicación es un grave peligro para los niños.
Agar se dio por vencida ante las circunstancias; pero no debemos darnos por vencidos ante las distintas adversida-des o las necesidades en el matrimonio y con los hijos.
Entonces Judá dijo á Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y nos levantaremos é iremos, á fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. (Gn. 43:8 RV1909)
15 Y habló el rey de Egipto á las parteras de las Hebreas, una de las cuales se llamaba Siphra, y otra Phúa, y díjoles: 16 Cuando parteareis á las Hebreas, y mirareis los asientos, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva. 17 Mas las parteras temieron á Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que reservaban la vida á los niños. 18 Y el rey de Egipto hizo llamar á las parteras y díjoles: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis reservado la vida á los niños? (Éx. 1:15-18 RV-1909)
49 Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; 50 gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño; (Dt. 28:49-50 RV-1909)
Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la doncella, al niño de pecho como al hombre cano. (Dt. 32:25 RV-1909)
18 Entonces dijo el rey á Doeg1: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y revolviéndose Doeg Idumeo, arremetió contra los sacerdotes, y mató en aquel día ochenta y cinco varones que vestían ephod de lino. 19 Y á Nob, ciudad de los sacerdotes, puso á cuchillo: así á hombres como á mujeres, niños y mamantes, bueyes y asnos y ovejas, todo á cuchillo. (1 S. 22:18-19 RV-1909)
Los padres de familia y demás personas que tienen a su cargo o cuidado a niños nece-sitan ser guiados por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo para poder proteger a los niños porque nuestro adversario el diablo como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar (1 P. 5:8).
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