La Biblia enseña que en el tiempo final se levantarán los enemigos de la Iglesia para destruirla; uno de esos enemigos es el engañador, que utiliza todos los medios disponibles para engañar (2 Jn. 1:7; Ap. 12:9, Mt. 24:24; Mr. 13:22); otros enemigos son los falsos maestros que introducen herejías destructoras en la Iglesia para que los cristianos nieguen al Señor (2 P. 2:1)El agua representa a la Palabra de Dios y el río al Espíritu Santo (Jn. 7:38), pero el enemigo lanza sus ríos de agua en contra de la Iglesia (Ap. 12:15-16); es decir que envía a la Iglesia falsas doctrinas respecto a Dios Espíritu Santo (He. 13:9; 1 Ti. 4:1; Col. 2:22; Ef. 4:14).En este punto es necesario indicar que la Biblia enseña que el Espíritu Santo es Dios, pero, por ejemplo, una de las doctrinas que salen de la boca de la serpiente hacen énfasis[ ]
La Biblia enseña que en el tiempo final se levantarán los enemigos de la Iglesia para destruirla; uno de esos enemigos es el engañador, que utiliza todos los medios disponibles para engañar (2 Jn. 1:7; Ap. 12:9, Mt. 24:24; Mr. 13:22); otros enemigos son los falsos maestros que introducen herejías destructoras en la Iglesia para que los cristianos nieguen al Señor (2 P. 2:1)El agua representa a la Palabra de Dios y el río al Espíritu Santo (Jn. 7:38), pero el enemigo lanza sus ríos de agua en contra de la Iglesia (Ap. 12:15-16); es decir que envía a la Iglesia falsas doctrinas respecto a Dios Espíritu Santo (He. 13:9; 1 Ti. 4:1; Col. 2:22; Ef. 4:14).En este punto es necesario indicar que la Biblia enseña que el Espíritu Santo es Dios, pero, por ejemplo, una de las doctrinas que salen de la boca de la serpiente hacen énfasis[ ]