Vi en visión, (y aconteció cuando vi, que yo estaba en Susán, que es cabecera del reino en la provincia de Persia;) vi pues en visión, estando junto al río Ulai, Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos: y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el más alto subió á la postre. Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su mano: y hacía conforme á su voluntad, y engrandecíase. Y estando yo considerando, he aquí un macho de cabrío venía de la parte del poniente sobre la haz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra: y tenía aquel macho de cabrío un cuerno notable entre sus ojos: Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual había yo visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la ira de su fortaleza. Y vilo que llegó junto al carnero, y levantóse contra él, é hiriólo, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él: derribólo por tanto en tierra, y hollólo; ni hubo quien librase al carnero de su mano. Y engrandecióse en gran manera el macho de cabrío; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fué quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro maravillosos hacia los cuatro vientos del cielo. Y del uno de ellos salió un cuerno pequeño, el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, y hacia la tierra deseable. DANIEL 8:2-9
La Biblia indica en el capítulo ocho del libro de Daniel la visión del carnero y del macho cabrío, en la que explica la destrucción del imperio Medo-Persa, el surgimiento y caída del imperio Griego, la destrucción de Israel, la abominación desoladora y el surgimiento y destrucción del anticristo.
La visión del carnero y del macho cabrío se refiere a eventos que se cumplieron en el pasado; sin embargo lo escrito del cuerno pequeño del macho cabrío tiene doble cumplimiento, el primero fue histórico y el segundo aún está por cumplirse. A través de la visión del carnero y del macho cabrío el Señor le revela a Daniel información y eventos más detallados que los mostrados en la imagen del sueño de Nabucodonosor1 y que en la visión de las cuatro bestias2.
Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos: y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el más alto subió á la postre. Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su mano: y hacía conforme á su voluntad, y engrandecíase. [ ] Aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia. (Dn. 8:3-4, 20 RV-1909)
El ángel Gabriel le explicó a Daniel que el carnero representa al Imperio Medo-Persa (v. 3, 20) que ocupó una vasto territorio1.
Recordemos que en la imagen del sueño de Nabucodonosor el imperio Medo-Persa está representado en el pecho y los brazos de plata (Dn. 2:32), luego en la visión de las cuatro bestias está representado por una bestia semejante a un oso (Dn. 7:5) y ahora, de nuevo está representado por una bestia, un carnero.
El cuerno más alto representa a los Medos al principio del imperio; y por otro lado representa a los Persas en el desarrollo del imperio quien tiene a Ciro el Grande como su rey más importante (2 Cr. 36:23; Dn. 5:28)1.
Los persas estuvieron dominados por los medos hasta el ascenso al trono persa de Ciro el Grande, quien derrocó a los gobernantes medos, conquistó los reinos de Lidia y de Babilonia, y estableció el Imperio Persa como poder predominante de la región.
Las cornadas con las que el carnero hería al oeste, al norte y al sur; y que además ninguna bestia podía hacerle frente se refiere a la expansión del Imperio Medo-Persa hacia tres puntos cardinales, pues éste le hizo la guerra a otros reinos, los destruyó y los conquistó (Dn. 8:4).
Cuando el ejercito Medo-Persa salía a la guerra utilizaban yelmos con cuernos; su imperio se extendió al oeste en Babilonia, Siria, Asia, y parte de Grecia; al norte en Iberia, Albania, Armenia, Escitia, Colchis y los habitantes del mar de Caspio; y al sur en Arabia, Etiopía, Egipto e India.
Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. [ ] El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. (Dn. 8:5; 21-22 RV-1960)
El ángel Gabriel también le explicó a Daniel que el macho cabrío representa al Imperio Griego (v. 5, 21) que también ocupó una vasto territorio1; de hecho Grecia estaba situada al occidente de Persia.
Recordemos que en la imagen del sueño de Nabucodonosor el imperio Griego está representado en el viente y los muslos de bronce (Dn. 2:32), luego en la visión de las cuatro bestias está representado por una bestia semejante a un leopardo con cuatro alas de ave (Dn. 7:6) y ahora, de nuevo está representado por una bestia, un macho cabrío.
El cuerno notable del macho cabrío representa a Alejandro Magno, porque Gabriel explica que "el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero" y el "rey valiente" (v. 8:21; 11:3), quien dirigió la formación, las conquistas y la expansión del imperio Griego1.
Esto se refiere a la rapidez con que Alejandro Magno expandió el imperio Griego, hasta llegar a la frontera de la India1.
Alejandro se convirtió muy joven en un conquistador mundial venciendo a las fuerzas persas en una serie de batallas decisivas entre 334 y 331 a.C.
Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. (Dn. 8:6-7 RV1960)
Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. (Dn. 8:8 RV1960)
Los cuatro cuernos representan a los cuatro reinos que surgieron del Imperio Griego después de la muerte de Alejandro Magno (Dn. 8:8).
Los cuatro reinos quedaron en poder de cuatro de los principales generales de Alejandro (Dn. 11:4) que fueron Seleuco, a quien le sucedió Antíoco, en Asia Mayor o Babilonia y el norte de Siria y Mesopotamia; Ptolomeo en Egipto, Libia, Arabia y Palestina; Casandro o Antípatro en Grecia y Macedonia; y Lisímaco o Antígono en Asia Menor y Tracia.1
Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?. (Dn. 8:9-13 RV1960)
Al mismo tiempo que ocurrió la destrucción terrenal, hubo una potestad espiritual que hizo caer "estrellas" y las pisoteó; esas estrellas son potestades espirituales. Esa es la unidad diabólica de potestades espirituales y seres humanos.
La historia da el relato de las devastadoras persecuciones que sufrió el pueblo de Israel en Judá y Jerusalén especialmente desde el año 167 al 164 a.C.
Antíoco IV Epífanes ordenó suprimir los holocaustos, los sacrificios y las ofrendas en el templo; asimismo ordenó profanar los días de reposo y las fiestas; además ordenó que se profanara y contaminara el templo y sus utensilios, también ordenó que se edificaran templos a los ídolos y que el pueblo dejara de cumplir la ley1.
Además sacrificó un cerdo sobre el altar del holocausto y roció su sangre en los atrios; asimismo colocó una estatua de Zeus en el Templo, colocó un altar sacrílego sobre el altar del holocausto y en el día 25 de cada mes ofrecieron animales inmundos sobre él.
Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado. (Dn. 8:13-14)
Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. (Dn. 8:17-19)
Es interesante e importante que conozcamos la historia y la profecía bíblica porque debemos comprender los eventos que aún estar por suceder, para que estemos conscientes de los males que vienen sobre la tierra y dejemos que el Señor haga su obra en nuestra vida y nos consagremos para Él y le supliquemos que nos tenga por dignos de los castigos que vendrán sobre la tierra.
Iglesia de Cristo Ebenezer Villa Nueva
Ministerios Ebenezer
13 Calle 14-25, Colonia Proyectos/santa isabel 2 - Zona 3 de Villa Nueva, Guatemala.
correo@ebenezervillanueva.org
Todos los derechos reservados 2022
// Desarrollo Web, App's para Android y automatización de Twitter