El podcast de hoy está basado en la Carta de Santiago 1:16-17 (RV-1909): 16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Escuchemos acerca de las instrucciones para vivir como hijos amados de Dios:
Dios nos ama y, como buen Padre, nos da instrucciones a través de Su Palabra. Nuestra responsabilidad es leer la Biblia para conocerlas y obedecerlas. Ser "amado" por Dios no significa que todo será fácil, sino que Él nos guía, corrige y capacita para vivir en victoria.
La Biblia nos enseña que la corrección es una muestra de amor. En 1 Corintios 4:14, Pablo dice:
> "No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados."
Dios utiliza a pastores, maestros y hermanos en la fe para llamarnos la atención cuando nos desviamos. Quien rechaza la corrección, como Adonías —a quien su padre David nunca reprendió— termina en graves problemas (1 Reyes 1:6).
Agradece cuando te corrigen: es evidencia de que le perteneces a Dios.
Dios no nos promete una vida libre de dificultades, pero sí su presencia y fortaleza. Las pruebas son parte de nuestro crecimiento.
En Romanos 8:37 se nos recuerda:
> "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó."
Confiar en el amor de Dios nos convierte en vencedores, aun cuando las circunstancias parezcan adversas.
Romanos 12:19 ordena:
> "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor."
La venganza no es opción para el creyente. Debemos confiar en que Dios juzgará con justicia. Esto no impide tomar acciones legales o proteger nuestra integridad, pero sí renunciar a devolver mal por mal.
Santiago 1:16 advierte: "Amados hermanos míos, no erréis."
Y Jesús explicó en Mateo 22:29:
> "Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios."
Muchos problemas —como relaciones prematuras, malas decisiones familiares o lenguaje inapropiado— surgen por desconocer la Biblia. Debemos alimentarnos de la Palabra para no caer en conductas que dañen nuestro testimonio y herencia eterna.
1 Corintios 15:33 alerta:
> "No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres."
Nuestras palabras, ya sea en persona o por medio de chats y audios, tienen poder. Debemos vigilar lo que decimos, pues lo que hablamos puede afectar nuestra vida espiritual y la de otros.
Gálatas 6:7 es claro:
> "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará."
Si sembramos acciones buenas, cosecharemos bendición. Si sembramos pecado —fornicación, idolatría, borracheras, chismes—, cosecharemos consecuencias graves, incluso poniendo en riesgo nuestra herencia en el reino de Dios (1 Corintios 6:9-10).
2 Pedro 3:8 nos exhorta:
> "Amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día."
Vivimos en tiempos de desinformación. Ignorar las verdades bíblicas nos hace vulnerables al error y hasta al engaño. Mantente alerta y fundamenta tu vida en la Escritura, no en opiniones humanas.
Dios nos ha dado instrucciones por amor. Si te sientes débil ante algún pecado o prueba, clama a Dios. Su amor te hará más que vencedor.
> "Por medio de Aquel que nos amó" somos fortalecidos para vencer (Romanos 8:37).
Recuerda: Eres amado. Corre cuando fallen, aprende cuando te corrijan y confía siempre en el amor inquebrantable de Dios.
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